Tercera participación en la Oxfam Intermon Trailwalker. Este año repito el recorrido en Girona. A lo largo de 100k desde Olot a Sant Feliu de Guixols pasando por Girona!
Como novedad en esta edición no entregarán dorsales el día de la salida. O bien los recoges el lunes anterior en Barcelona, o el viernes en el centro deportivo que está situado en el punto de salida.
Aunque tenemos los dorsales desde el lunes, decidimos subir el viernes a dormir allí para poder estar un poco más descansados. Una vez comience, calculamos que estaremos unas 24h en movimiento.
La previsión del tiempo que hemos estado consultando los días previos dan una alta probabilidad de lluvia. Confiamos que si aciertan con las horas que es más probable que llueva, podamos esquivarla.
Ante la amenaza de lluvia, somos previsores y llevamos mucha más ropa, de lo que sería necesario. Incluso, cogiendo más pares de zapatillas, camisetas, calcetines, ropa impermeable, etc…
Los equipos se componen de 6 personas: 4 caminan y 2 forman el equipo de apoyo y a lo largo del recorrido pueden contactar con nosotros en los puntos de control y avituallamientos para proporcionarnos ayuda, comida, etc…
El material obligatorio no reviste demasiada complejidad. Mirando por aquí y por allá acabamos recopilando todo el material.
Material obligatorio por marchador
- Dorsal con chip (proporcionado por la Organización)
- Pulsera identificativa (proporcionada por la Organización)
- 4 imperdibles
- Teléfono móvil
- Manta de supervivencia (manta térmica de aluminio de mínimo 220 x 140cm)
- Botellín o bolsa de hidratación (mínimo 1L.)
- Linterna frontal y pilas de recambio
- Chaleco o material reflectante para los cruces de carretera
- Chaqueta impermeable con capucha
- DNI o documento de identidad
Además de eso, es muy aconsejable:
- Toallitas y papel higiénico
- Calzado deportivo de recambio
- Camisetas, pantalones y calcetines de recambio
- Silbato
- Ropa transpirable
- Pantalón deportivo, mallas corta o piratas
- Protector solar y vaselina
- Camiseta de manga larga
- Navaja multiusos
- Gafas de sol
La ventaja de esta carrera es que todo el material que no necesites durante el transcurso de la etapa que vas a recorrer, lo va a transportar el equipo de soporte en el vehículo de asistencia. En cualquier momento puedes pedirles que te acerquen ropa para cambiarte, o dejarles la gorra y gafas de sol cuando comience a anochecer.

Llega el momento de salida… hay unos 375 equipos que toman la salida. Esto supone 1500 personas caminando, 750 personas de apoyo y unos 375 vehículos acompañando durante todo el recorrido.
Ya no hay nervios. Está todo preparado y en esta ocasión para prevenir rozaduras en los pies decido untarmelos en vaselina.
Nos hacemos unas fotos y vemos como todos tenemos mucha energía e ilusión por comenzar. Lanzan petardo al aire y comenzamos a caminar. Este año intentamos no quedarnos muy atrás en la salida para no tener que estar esquivando gente durante mucho tiempo. El camino es amplio, pero también hay mucha gente.
Hemos traído palos para ayudarnos a caminar cuando las fuerzas vayan escaseando, pero en esta primera etapa decidimos dejarlos en el coche. Se hace complicado poder utilizarlos correctamente. En algún tramo de esta primera etapa echamos a correr para adelantar gente y encontrar nuestra posición. Llevamos buen ritmo caminando y en 2h 43 minutos recorremos los primeros 17,7km de la primera etapa.
Rellenamos agua en las mochilas, cogemos alguna pieza de fruta y seguimos el camino hasta Amer. Allí decidimos que haremos una parada para comer.
De momento el tiempo acompaña y aunque el aire es algo fresco, el sol nos calienta y se está muy bien.
Cuando llegamos, nuestro equipo de soporte nos tienen preparado el bocadillo de jamón y la bebida que les habíamos pedido bien frías. Mientras nosotros comemos, ellos se encargan de rellenarnos las mochilas de agua, traernos la ropa seca para cambiarnos de camiseta y de cambiar el dorsal de una camiseta a otra.

No estamos más de 30 minutos. Nos preparamos, comemos algo dulce y también fruta antes de partir hasta el siguiente punto de control. Cuando lleguemos a Anglès ya llevaremos 38,6km.
Son las horas del mediodía, hemos dejado atrás la zona más arbolada del recorrido por La Garrotxa y el sol nos está dando continuamente. Es muy importante ir hidratándose continuamente, incluso cuando no tienes sed. Yo acostumbro a ir haciendo pequeños tragos de agua cada 10-15 minutos.
En esta etapa ya llevamos los palos. De esta forma también te permite romper un poco con la monotonía de caminar siempre de la misma forma, y de paso descargar un poco las piernas.
De nuevo en esta etapa decidimos correr durante 10 minutos. A esta altura del recorrido, los equipos están muy estirados y pasamos grandes ratos caminando solos.
Cuando vemos el paseo con las palmeras, sabemos que hemos llegado. La parada también será corta. Terminamos de rellenar agua. La próximo etapa es en Girona a 17,5km de Anglès. Afrontamos esta etapa con ganas, ya que cuando lleguemos ya llevaremos 56,2km
El recorrido hasta Girona no es demasiado bonito. Transcurre durante mucho rato por al lado de la carretera. Lo positivo, es que algún coche que nos ve pita para animarnos. A la mitad del recorrido coincidimos con otro equipo de nuestra empresa y decidimos llegar juntos hasta Girona. El camino se hace más ameno cuando vas hablando, escuchando música… Incluso parece que piensas menos en ese pequeño dolor que tienes en el pie, o la rodilla…
Llegamos a Girona que todavía es de día. Aprovechamos que ha llegado poca gente para pasar por el servicio que ofrecen de podólogos y fisioterapia.
Primero el fisio, y tengo que reconocer que a pesar de no ser muy de masajes deportivos, este masaje me deja las piernas con la misma sensación que tenía 10 horas atrás, en el punto de salida.
Me paso por el podólogo al detectar dos pequeñas ampollas en el talón. Pero son tan pequeñas que decidimos no tocarlas y proteger con una gasa y esparadrapo para evitar que continúe rozando.
Me alegra haber tomado la decisión de ponerme vaselina en los pies. A pesar que la sensación es como la de tener los pies sudados, ha servido para evitar males mayores.
Estoy contento recordando que el año anterior en Girona, prácticamente no podía caminar y ya había reventado 4 ampollas, dejando el hilo colgando para que no volvieran a formarse.
Un compañero tras pasar por el servicio de fisioterapia, sufre una bajada de azúcar y se marea. Vienen a buscarlo del servicio médico y se lo llevan a la carpa instalada en el centro del polideportivo para recuperarlo.
No tenemos prisa. Preferimos esperar un poco más y seguir todos juntos. Nos marchamos poco antes de cumplirse las dos horas desde que llegamos.
Ahora sí toca abrigarse más. Nos ponemos pantalones largos, el cortavientos y los frontales, junto con las pilas de recambio.
Salimos de Girona. Hay que reconocer que nos cuesta un poco encontrar el camino. Por suerte otro equipo que unas semanas atrás había hecho la maratón de las Vías Verdes, nos indica por donde continuar.
En cuanto salimos de la ciudad y nos adentramos en la montaña notamos una rápida bajada de la temperatura. Llevo también un Buff para protegerme el cuello del frío, que aprovecho para colocarme. Durante el recorrido nos cruzamos con otros equipos y provechamos para hablar con ellos y evitar así la monotonía de la noche y del silencio. Cualquier tema es bueno para entablar una conversación.
Parece que nunca vas a llegar al siguiente punto. Estás muy cansado y cuando preguntas cuánto queda, te intentan animar diciendo que en 300 metros llegamos. Al girar la esquina nos damos cuenta que no son 300, ni siquiera son 500 metros los que nos quedan para llegar. Cuando estás en una prueba de este tipo, es importante mentalizarte para el recorrido que te queda en cada momento. Si te dicen que son 500 metros, te mentalizas que van a ser 500 ó 600 metros… pero no 1500 metros más.
Descansamos en sillas un rato y aprovechamos para comer algo y recargar de nuevo las mochilas de agua. Es de noche y el cuerpo no te pide beber, pero es importante seguir bebiendo continuamente. Estamos en el km 71,8 y las siguientes tres etapas son de unos 10km cada una.
Salimos del polideportivo de Cassà de la Selva y nos tomamos el revitalizante energético para afrontar la madrugada. De nuevo nos cuesta encontrar el camino a seguir, por lo que esperamos que se acerque un equipo que viene por detrás para tomar entre todos una decisión.
Vamos caminando y sacando temas de conversación… da igual cuáles. Hay que mantener la mente ocupada en otras cosas, porque sino lo único que haces es acordarte del dolor que tienes en las piernas o los pies. Llegamos a Llagostera a las 3:41h.
Mientras un compañero pasa por el podólogo los demás descansamos, tomamos café, fruta, frutos secos y descalzarnos un momento para aliviar los pies y poner un poco más de vaselina.
Nos queda una etapa intermedia y por fin la meta. Es lo que nos empuja a continuar caminando. Primero hasta Santa Cristina d’Aro y después hasta Sant Feliu de Guixols. Estamos a 18,4km de la meta. Ya no es momento para abandonar por lo que nos ponemos de pie (a estas alturas incluso ponerse de pie supone un esfuerzo). Yo me sigo encontrando bastante bien de piernas. Quizás mi punto débil son las lumbares.
Apenas 20 minutos después de salir comienza a llover. Parece que serán solo 4 gotas. Menos mal, porque no hemos cogido la rompa impermeable. Seguimos caminando y al poco comienza a llover de forma copiosa. Estamos en un punto que es imposible que se acerque el vehículo de asistencia para traernos la ropa impermeable, así que decidimos resignarnos y continuar caminando a buen ritmo para llegar a Santa Cristina d’Aro. Poco antes de llegar se levanta un poco de aire y pasamos frío. Al fin cuando llegamos a Santa Cristina, nos sentamos y esperamos que nos traigan ropa seca y la ropa impermeable para continuar caminando.
Ya no nos entra nada más en el estómago. Aún así nos obligamos a coger algún trozo de plátano y naranja para continuar.
Ahora sí, totalmente equipados seguimos caminando. Afrontamos la última parte del recorrido con la ilusión de pensar que ya casi lo hemos conseguido y visualizándonos en la meta.
Al poco de seguir caminando deja de llover, pero ahora habrá que continuar hasta la meta con lo que llevamos.
Para mí el amanecer es la parte en la que más sufro. Me da mucho sueño y también se levanta un aire frío que no ayuda demasiado. Intento concentrarme en alguna canción e ir tarareándola para que no se me cierren los ojos.
Llegamos a la parte urbanizada de Sant Feliu de Guixols, pero recuerdo que se recorre buena parte por esta zona, por lo que me mentalizo para lo que me queda, y les digo a mis compañeros que no se confíen. Todavía queda una subida y bajada y se hace largo. Al fin llegamos a la recta del puerto donde hay más animación.

Nuestras caras cambian… sabemos que lo hemos conseguido. Ha sido duro, pero lo hemos conseguido. Han pasado 22 horas y 29 minutos desde que tomamos la salida en Olot. Oímos al Speaker anunciar el nombre de nuestro equipo y subimos a recoger nuestra medalla.
Nos felicitamos por lo conseguido y también al equipo de apoyo. Con ellos poniendo las cosas fáciles, es más sencillo caminar.
Termino con buenas sensaciones. Estoy cansado, pero muy animado. Ya pienso incluso en participar en la Trailwalker que se celebrará en Madrid el próximo 20 y 21 de junio. Ya veremos qué pasa…
Es un evento que recomiendo a todos. Primero por la parte solidaria que supone, y luego también por la satisfacción personal que te aporta. Hay tiempo de sobra para hacerla íntegramente caminando e incluso parando a descansar o dormir por el camino.
Víctor Rodríguez